Con lo que ha llovido desde que se subió el videoclip de marras a Internet hasta que se convirtió un fenómeno global, llegando (o sobrepasando los límites de la cansina Macarena), cómo no iba a rendirle un homenaje desde mi humilde blog a PSY. Ese hombrecillo simpático de locos movimientos de cadera y protagonista de un delirante videoclip (que bien recuerdan el nosense audiovisual que son los spots japos) no se merece menos que tributos de todas partes y todos los colores. Ríase de la ostentación del Gangnam-gu, que nosotros haremos lo propio con el Ventorrillo.
Mansilla que te pilla 